María Galindo: despatriarcalización y feminismo bastardo

María Galindo es probablemente el rostro más potente del feminismo sudamericano actual. Su personalidad multifacética, le permite desbordar discurso, creatividad e inspiración en todos los espacios en donde se planta.

Galindo

Galindo es una activista feminista boliviana mundialmente conocida, pero también es artista, grafitera, repostera, escritora, psicóloga, comunicadora y cofundadora del colectivo «Mujeres Creando” que lleva más de 20 años provocando, educando y haciendo feminismo desde el discurso y la acción:

«Nos planteamos arrancarle a los lugares de tortura ya no sólo dolor y testimonio, sino desobediencia y la osadía de pensar en la felicidad».

Feminismo urgente

Galindo propone la despatriarcalización como motor de la descolonización y la transformación social en Bolivia:

“Hay que abandonar la idea mitificadora de una cultura indígena de núcleo horizontal y no patriarcal. En un contexto en el que el hombre indígena aparece como el único interlocutor del Estado, reclamamos el derecho de las mujeres a la desobediencia cultural y el desacato de mandatos de costumbre”, declara.

Junto con otras anarco-feministas, Galindo ha convertido Mujeres Creando “en una fábrica de justicia” para las bolivianas.

La activista reniega de una “igualdad descafeinada” entre los sexos, y propone la “transformación estructural” del continente.

Al respecto profundizó en una entrevista en la cual daba cuenta de que cuando se refiere a esa transformación busca un derrumbe o reestructuración de lo que conocemos hasta ahora sin jerarquías, sin ninguna forma de mediación de poder:

«De ninguna manera lucho por la igualdad entre hombres y mujeres, porque yo  concibo el feminismo como una lucha más profunda de transformación de la sociedad.

Yo creo que la idea de igualdad entre hombres y mujeres es una idea asumida, absorbida y devaluada por el propio neoliberalismo. 

En la igualdad hombre-mujer han quedado fuera los otros y las otras, las personas trans, las personas no heterosexuales, las personas no blancas, las personas no propietarias.

A mí esa igualdad neoliberal descafeinada no me interesa para nada.»

Despatriarcalización

Para Galindo, despatriarcalizar no significa luchar por la inclusión al sistema, sino subvertirlo, su escritura proviene desde una práctica anarcofeminista que fluye más allá del discurso.

A través de su texto «No se puede descolonizar sin despatriarcalizar», la autora nos recuerda la responsabilidad que tenemos a la hora de  conceptualizar y argumentar propuestas, a la hora de generar un discurso antes de que otros lo utilicen para neutralizarnos.

«La lógica de la lucha no es la victoria final, sino el sabotaje permanente y tenaz. Por eso, al plantear la despatriarcalización, nos planteamos un sujeto, un horizonte, una práctica y muchas luchas al mismo tiempo. Es una matriz que da para echar raíz y dar frutos a la vez”

Despatriarcalizar -no feminizar- la política, la ciencia o la economía. La despatriarcalización como método de desmontaje de la lógica perversa de la integración en las estructuras establecidas a cambio de la pérdida del derecho a cuestionar esas mismas estructuras.

La despatriarcalización como lugar de partida de una realidad rupturista que ya está sucediendo como un desacato masivo y profundo.

Una realidad invisibilizada de miles de mujeres, cuyas rebeldías cotidianas no están siendo registradas, pero que salen a las calles desde un feminismo intuitivo.

Un feminismo que no nace de la teoría sino de la experiencia cotidiana, de no tener trabajo, sueldo ni vivienda dignos, de no llegar a fin de mes; de soportar desprecios y agresiones en múltiples escalas, en todos los escenarios.

¿Cómo enfrentar la domesticación del feminismo?

Galindo se apropia del concepto de despatriarcalización en el contexto boliviano y lo pone a dialogar con el de descolonización, extendiendo la tensión entre ambos al horizonte del feminismo internacional.

Su respuesta ante la domesticación del movimiento feminista es ¿para qué luchar y cómo hacerlo juntas?. Abandonar el individualismo para crear una comunidad de mujeres que luchan unidas por un objetivo común.

Crear un espacio de rebeldía social en el que las mujeres pueden leerse a sí mismas desde un lugar diferente, de desobediencia y esperanza, que produce una nueva comprensión del mundo.

Feminismo Bastardo

En el marco de la actividad Feminismos decoloniales: diálogos sobre saberes diversos, Bcn Acció Intercultural entrevistó a María Galindo, de esa instancia imperdible te compartimos un extracto, aunque puedes revisar la entrevista completa aquí.

En Feminismo bastardo Galindo alude a la realidad de su país y de toda latinoamérica:

“Bolivia se ha movido entre dos polos o la idea de un mestizaje como blanqueamiento y negación de la raíz india o el originarismo muchas veces fundamentalista y la negación de todo el proceso colonial”.

Y como consecuencia, nos hemos transformado en sociedades tremadamente acomplejadas, colonizadas, llena de racismos y prejuicios que de algún modo forman parte de nuestra identidad.

Bastardismo

Para Galindo, el bastardismo es un reconocimiento de que nuestro origen es la violencia y la violación, y que como producto de una violación nos toca trabajar el trauma histórico y la subjetividad destruida, algo que de algún modo  hace recordar la expresión de Octavio Paz «Hijos de la Malindhe» en el Laberinto de la Soledad.

Volviendo a Galindo, en Feminismo bastardo, la autora plantea cinco pilares fundamentales:

 La reflexión sobre los feminismos, la diversidad de posturas que hay en los feminismos y la necesidad de preservar ese pluralismo.

 La mariconería dicha con cariño, que es una población importante para la autora “porque es una población protagonista de una nueva reflexión sobre el cuerpo y la sexualidad”.

 Reconceptualizaciones pequeñas que nos hacen falta. La revolución feminista ofrece una nueva comprensión del todo, una redefinición de la familia, de la democracia, de lo que es y no es feo, o entender cómo es el machismo entre las mujeres.

El Arte, desde Mujeres Creando, Galindo hace una reflexión profunda sobre el papel del arte en la lucha social.

La pandemia, porque  nos hemos limitado a pensar la pandemia como una especie de enfermedad que se cura con vacunas y hospitales, y no la pandemia como la apertura de un nuevo ciclo histórico para la humanidad, y como un proceso que está demostrando la crisis del capitalismo, la crisis de un modelo de consumo y de vida, la crisis de un capitalismo extractivista ecocida que además es suicida”.

El feminismo versión Galindo

Para la autora, el feminismo es una fuerza de transformación de la sociedad y no una fuerza de lucha por derechos para las mujeres.

Galindo considera que la estructura social nos hace creer que si las mujeres adquieren derechos, la estructura ya estaría bien y eso no es así.

“Yo entiendo el feminismo como una fuerza de transformación de la sociedad y la transformación de la sociedad como la despatriarcalización”.

Galindo incluye, además en su libro el concepto de“feminismo intuitivo”, que es una forma de feminismo de mujeres que no se llaman feministas, pero que en los hechos están rompiendo un montón de cánones todos los días y están revelándose a su manera sin llamarse feministas.

@impure

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