Drogas, psicosis, patologías, experimentos farmacéuticos, saltos en el tiempo, realidades paralelas y una expedición hacia los límites de la mente en un futuro-pasado-con tintes ochenteros: «retrofuturo» son los ingredientes que convierten a Maniac, en una de las apuestas más valientes de Netflix.
Pese a ese universo convulso, no apto para todo cerebro, se presenta con una serie de estrellas que hacen que su disruptiva historia sea una invitación a todo aquel que se sienta alejado de la ciencia ficción: Emma Stone (La La Land, Birdman), debuta en televisión y también como productora ejecutiva; un delgado Jonah Hill (Moneyball –El juego de la fortuna-, El lobo de Wall Street), Justin Theroux (The Leftovers). Todo esto bajo la dirección de Cary Joki Fukunaga, (True Detective), quien escribió el guión junto a Patrick Somerville (The Leftovers), entre otros, hacen de esta historia de conexiones una apuesta que merece ser vista.
«En el fondo, la serie habla sobre qué es lo normal y quiénes somos. También queríamos mostrar que el cerebro humano es un milagro»
… han declarado Fukunaga y Patrick Somerville, que han escrito mano a mano los diez episodios de esta ficción, basada en una serie noruega con el mismo nombre.
El escenario
Una ciudad de Nueva York retrofuturista, una ambientación que evoca décadas pasadas e incluye continuos guiños centennials, como la estética de neón, los objetos vintage. Maniac busca ser abarcativa, expansiva, pero también inclusiva para una generación seriéfila.
Los protagonistas
Jonah Hill encarna a Owen Milgrim, un joven esquizofrénico que pertenece a una familia adinerada que lo maltrata y extorsiona… lo incomprende, lo ridiculiza y lo hace sentir inadaptado y fuera de lugar. Sin duda su núcleo familiar -madre, padre, 4 hermanos- se instala como el trauma a superar y por lo mismo, no teme tomar decisiones lejos de esa estructura, lo que lo conduce a participar en un ensayo clínico para ganar dinero y que al mismo tiempo, promete curar los dolores y traumas recurrentes.
Mientras participa en el ensayo, conoce a Annie Landbergh interpretada por Emma Stone, una adicta a los psicofármacos cuyo trauma recurrente es una pérdida irreparable. Maniac se introduce a fondo en la superación del dolor, de la mano de un medicamento que, supuestamente, garantiza la felicidad y mitiga graves padecimientos psicológicos.
La historia (sin spoilers)
Maniac narra la historia de Annie Landsberg y Owen Milgrim, dos personajes que se conocen gracias a un misterioso ensayo farmacéutico, que consiste en un novedoso tratamiento a base de píldoras, inventadas por el Dr. James K. Mantleray (Justin Theroux), capaces de curar absolutamente todo. Sin embargo, cuando permanezcan unos días en las instalaciones se darán cuenta que el ensayo no es lo que parecía…
Owen y Annie junto a otros voluntarios se someten al estudio realizado por Neberdine Pharmaceutical Biotech, la empresa que lleva a cabo un proyecto que busca la cura definitiva de la depresión no sin antes pasar por los rincones más oscuros, psicóticos y temidos de sus propias mentes.

Maniac es pura estética y referencias. No es casual que Annie comience a leer el libro Don Quijote de la Mancha, un clásico de la lengua castellana, en donde los delirios del ingenioso hidalgo marcan el sello de la obra cumbre de Miguel de Cervantes.
Las alucinaciones y temores son la matriz de esta serie, en donde la realidad constantemente se desdibuja y un gran computadora con alma y sentimientos, es responsable del control de la prueba farmacéutica, pese a que tampoco está en control de sí misma.

Los pasajes entre fantasía y realidad son delicados, algunos casi invisibles mientras que las ilusiones de los protagonistas se entremezclan con la realidad, lo tangible. La brecha entre un mundo y el otro fluctúa constantemente, lo que también obliga al espectador a no perder un segundo de vista la historia.
En Maniac, puedes viajar desde la comedia negra al drama, o del thriller psicológico al suspenso opresivo.
Maniac no es fácil de digerir, no es para todos, si los dos primeros capítulos te enganchan, entonces está hecha para tí y tu perturbada mente. Si no es así, no se pone mejor hasta los últimos capítulos. Es una mezcla entre Black Mirror, Eternal Sunshine of the Spotless Mind y la serie noruega homónima que la inspira. Por lo que, desde Impure, nos sentimos fascinados con su historia retrofuturista y, aunque sabemos que podría haber sido más ambiciosa, confiamos que esta historia abrirá caminos a otras historias disruptivas y hasta distópicas en la televisión de streaming, y que las nuevas mentes creativas se atrevan a soñar realidades que parecen ficticias pero que nos conectan con nuestra más pura humanidad.
Impure