No es una película nueva, pero en tiempo de pandemia es bueno revisar aquellas historias que pueden pasearse por tu lado más morboso y sacarte de la realidad cotidiana, para dar un vistazo crudo al mundo del sadomasoquismo.
La retorcida cinta finlandesa de comedia negra y sadomasoquismo logró sorprender en el festival de Cannes de 2019.
La película fue dirigida por el cineasta finlandés Jukka-Pekka Valkeapää, quien desde su debut ha sorprendido por sus propuestas valientes, disruptivas y con cierto descaro.
Actualmente puedes disfrutarla en la plataforma Shudder, Amazon y aquí en versión doblada.
Del director y la tortura emocional
J-P Valkeapää sorprendió en 2014 con su segunda película They Have Escaped, ganadora de distintos premios en festivales como el de Göteborg y con la cual ha ganado 5 premios Jussi, que cada año concede la Academia de Cine Finlandés.
Con Dogs Don’t Wear Pants, el director sorprendió en Cannes y en el TIFF y sin duda sorprende a quien sea capaz de ver esta obra de emociones extremas.
Para el director, los aspectos socioculturales no fueron tan reveladores como la parte psicológica:
«Mi conocimiento sobre sadomasoquismo estaba mayormente restringido a cómo era presentado en la cultura popular, en películas y en la literatura. Pero, a través de la investigación pude comprender la profundidad de las necesidades básicas emocionales que toman lugar en todo lo que es BDSM»
En esta película, J-P Valkeapää nos vuelve a demostrar que es un director provocativo, que juega con nuestras emociones hasta el extremo, pues solo hacen falta cinco minutos de visionado para que una mujer se ahogue mientras su marido Juha (Pekka Strang) duerme la siesta.
El director logra en los intensos minutos que dura la película explorar el seductor mundo del BDSM (“Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo”) de manera profundamente inquietante, con inesperados deslices románticos, contrastados con un humor negro, que transforman a Dogs Don’t Wear Pants en casi una comedia romántica pero sórdida.
El comienzo del juego, la profundidad del humor
El sentido del humor fantástico y retorcido no es la única razón por la que esta pueda ser la mejor cinta de Valkeapää hasta la fecha.
Con una clara inspiración en Billy Wilder, el director que nos enfrenta al dolor crudo y desbordante, que en ocasiones puede hacer reír debido a la sutileza de sus giros irónicos.
Todo esto, gracias al enfoque prosaico de los personajes, el juego entre la perversión y la realidad, entre la ironía de la división de los mundos.
Por ello, todas las referencias a la famosa sala roja del dolor pueden parar ahí, pues nos encontramos con sexo y emociones que son realmente creíbles, con toda la torpeza, la vergüenza ajena y las explosiones de ternura que nadie ve venir.
La fórmula alquímica
Para lograr la credibilidad, las emociones, la tortura y la crudeza, el director en su investigación contactó con una dominatrix: Wild-Ira, quien le asesoró con el guión y le permitió a él y a los actores, visitar sus sesiones.
Las visitas a las sesiones de Wild-Ira fueron clave para entender la energía en las sesiones y dotar a la obra de una intimidad extrema.
Todo esto, con una música y puesta en escena eléctrica, eufórica e hipnotizante. Oscuridad, noche suburbial y neones intensos color rojo infernal.
La invitación
Pekka Strang (protagonista de Tom of Finland) es Juha, el cirujano que perdió a su esposa en un fatal accidente. Han pasado años desde aquello, y todavía se siente paralizado e incapaz de relacionarse con los demás.
Krista Kosonen (de cintas como The Midway o Miami) se encarga de ofrecer la irrupción perfecta en la vida de Juha interpretando a Mona, una dominatrix, que hará que todo cambie.
Esperamos que te atrevas a asomarte a esta historia que sorprende, engancha y genera emociones que no tenías contempladas.
«Los perros no llevan pantalones» es el nombre traducido de esta historia de dos seres perdidos que se encuentran y que te invitan a pasar de la calma y la tranquilidad a un shock de emociones a medida que descendemos por los peldaños que nos llevan sin retorno a un descubrimiento instintivo, tortuoso en el sótano de los encuentros sadomasoquistas donde podemos encontrar la verdad.
@Impure