La crisis del COVID-19 ha cambiado el mundo y el mundo ya no es como lo recordamos, han salido a la luz imágenes de aeropuertos, parques y playas desiertas.
Al tiempo, que nos hemos acostumbrado a ver personas con mascarillas o separados por un metro de distancia cuando van a realizar alguna compra.
Un planeta bajo la amenaza de pandemia, es un caldo de cultivo para la manipulación de información y la desinformación, oportunidad que no han desaprovechado los creativos de siempre, quienes encontraron en el coronavirus el escenario perfecto para hacer rodar sus teorías vía RRSS, whatsapp y seguro, más de alguna ha llegado a tus oídos.
Como sabemos, la desinformación genera pánico, estrés y una forma de actuar que se puede graficar con la imagen de personas llevando carros de supermercados llenos de papel higiénico, cuando nunca se ha hablado de desabastecimiento, pero ése es tema aparte.
Desde Alex Jones, reconocido presentador de InfoWars, que ha calificado el virus de “arma biológica” creada en China para desestabilizar a la administración Trump, hasta un mensaje de whatsapp (del que fui receptora) en donde se asegura que el arma biológica fue implantada en China por Estados Unidos como parte de una guerra biológica secreta entre ambas naciones, hasta el rumor más exótico que asegura que el virus está relacionado con la implantación de la tecnología 5G, sin dejar de lado los rumores más racistas que hablan de que debido a que los chinos comen “cualquier cosa” comieron murciélagos y desde allí viene el virus.
En el universo de la desinformación no sólo se habla del inicio del brote de COVID-19, también surgen soluciones milagrosas para acabar con su expansión o protegernos de su ataque como beber cloro, bañarte en sal, beber agua con limón y jengibre, etc.
El COVID-19 es un arma biológica de una guerra secreta
Falso. Hasta el día de hoy y con científicos de todo el mundo indagando el origen exacto del virus, aún no se ha podido dar con su origen exacto, pero lo que sí se ha logrado demostrar es que no es un arma biológica diseñada por el ser humano.
El origen de esta teoría conspirativa, surge a finales de enero cuando científicos indios hicieron circular por internet un manuscrito en el que aseguraban que las secuencias de proteínas del COVID-19 sugerían que este había sido diseñado en un laboratorio.
Científicos estudiosos del virus, comenzaron a rebatir esta teoría al punto que sus autores tuvieron que bajar de internet su exitoso manifiesto, del que ya se hacían eco en Irán y otras naciones que veían en Estados Unidos a un enemigo cruel capaz de infectarlos con un arma biológica letal.
El COVID-19 surgió por que los chinos comen murciélagos
Falso. La verdad es que las escamas de los murciélagos se usan en la medicina tradicional china y a veces se venden en mercados al aire libre. No se sabe si se vendían en Wuhan, pero científicos señalan que la cepa de COVID-19 hallada en estos mamiferos es la más parecida a la que está provocando la pandemia en los seres humanos.
Pero como vivimos en un mundo en el que cada uno puede plantear una verdad y gracias al poder irreductible de internet y las redes sociales, se desvirtuó, a tal nivel que terminó siendo utilizado como motivo de discriminación racial contra las personas de China y su gastronomía. Incluso circula que el primer contagiado comió murciélago, pero eso no es real.
Ahora, si bien es cierto que la sopa de murciélago se considera una delicia en algunas zonas de China, no es un plato popular en Wuhan.
En Estados Unidos incluso presentadores de noticias en Fox validaron con mofas y comentarios racistas los rumores en contra de la higiene y la cultura china, descalificándolos.
El COVID-19 es una estrategia política que se fue de las manos
Falso. Muchos políticos han utilizado el virus, para atacar a otros partidos u otros presidentes e incluso han salido variadas voces en contra de uno u otro sistema político.
Recordemos las palabras que han dicho los presidentes de Inglaterra, Estados Unidos o Brasil, dudando de las pruebas científicas y exponiendo a los ciudadanos a la pandemia.
O el clásico rumor que dice que es una forma de exterminar a los pobres y que se ha inventado para mantener a los ciudadanos del planeta bajo control, que es un experimento que busca crear sociedades miedosas y obedientes y que en breve estaremos pidiendo cámaras en todas las esquinas. Que la necesidad de liderazgo en estadios como este, hacen pensar que faltan líderes con fuerza y esto es un plan para promover el totalitarismo.
La tecnología 5G es la causante de la existencia del COVID-19
Un video viral, en donde el supuesto Dr. Thomas Cowan, explica en una conferencia que la pandemia de COVID-19 está causada por el 5G y que cada gran epidemia de la historia ha sido provocada por un salto «cuántico» en la electrificación de la Tierra.
La afirmación de que el CODID-19 está relacionado con el 5G no tiene base alguna y es una de las teorías de conspiración más descabelladas que existen sobre el virus.
Esta idea hizo proliferar la imaginación de todos los que sospechan de esta realidad y se creó una comunidad que compartía mapas en los que aparecían lugares con tecnología 5G, asegurando que la distribución geográfica era similar a la de los países en los que el virus había impacto.
Esto no tiene ninguna base científica.
Beber mucha agua o hacer gárgaras con agua tibia y sal previene el COVID-19
Existe un contenido que se ha esparcido por whatsapp y redes sociales que dice que antes de llegar a los pulmones, el COVID-19 “permanece en la garganta durante cuatro días y en este momento la persona comienza a toser y a tener dolores de garganta. Si bebe mucha agua y hace gárgaras con agua tibia y sal o vinagre, elimina el virus”. Sin embargo, no hay pruebas de que beber mucha agua o hacer gárgaras con agua salada prevenga la infección por COVID19.
Impure