Sarahah tiene dos significados: en árabe significa “honestidad” y al mismo tiempo es sinónimo de poder criticar brutalmente a personas conocidas y desconocidas en redes sociales.
Sarahah nació en febrero de este año, y es una creación de Zain Al-abdin Tawfiq, un joven de 29 años originario de Arabia Saudita, quien la concibió como una aplicación que permite al usuario recibir valoraciones anónimas de la gente. En un comienzo, su idea era que los trabajadores pudieran hacer comentarios anónimos sobre sus jefes, pero como suele ocurrir en redes sociales, pronto todo se salió de control.
Debido a su insospechado éxito, su fundador optó por expandirla para todos quienes quisieran saber lo que opinaban sus amigos y familiares sobre ellos, siempre desde el anonimato. Como ya dijimos, Sarahah significa “honestidad”, concepto sobre el cual se basa su funcionamiento y la invitación que propone.
Así funciona Sarahah
Te registras, recibes una URL y se la envías a tus contactos para que escriban sus comentarios sobre ti.
Podría haber sido un buen acto de autocrítica, de valentía, de intentar mejorar, pero pronto este sistema de “desahogo”, se transformó en una herramienta de acoso, dando espacio e impunidad a personas sin criterio quienes se descargaron en contra de quienes se habían expuesto esperando críticas y opiniones honestas sobre su persona.
En cuestión de meses, Sarahah pasó de reproducir mensajes de amor y confesiones homosexuales en varios países de Oriente Medio, a convertirse en un espacio difusor del cyberbullying en el resto del mundo.
Lo peor: los acosados quedaron expuestos sin poder responder el hilo de la conversación en el que eran difamados o tratados con crueldad.
Estos son algunos ejemplos de los mensajes que se pueden leer en la app:
Según el portal Statista, esta app fue la más descargada en Estados Unidos durante agosto de 2017 en iOS (4.33 millones), superando a otras como Messenger, Facebook, WhatsApp y Spotify.
Además, ha ocupado el primer puesto de descargas en la tienda de Apple en más de 30 países.
Sarahah no permite enviar fotos ni vídeos e incluye un filtro para bloquear usuarios a través de su IP aunque no estén registrados. Aunque el desarrollador ha prometido nuevas medidas de control; su equipo técnico es limitado: son tres personas gestionando una aplicación que usan 300 millones de usuarios en el mundo.
Impure