El mundo está lleno de heridas y aunque suene como algo metafórico…es una verdad contundente de la que no podemos escapar.

Nosotros, como las ciudades, los caminos, las montañas y las ramas de los árboles nos rompemos la piel, las uñas y hasta el corazón. Sería maravilloso contar con una fórmula lúdica para restaurar las heridas que nos quedan abiertas y avanzan con nuestros latidos hasta que por fin, logramos asumir que forman parte de nosotros y se mimetizan con nuestra piel.
Para el caso de las «heridas de ciudad» que tienen que ver con desgaste, vandalismo, accidentes o memorias de una guerra, el artista alemán multi-disciplinario Jan Vormann creó un proyecto de intervención urbana que se dedica a reparar monumentos con algo tan universal, simple y común como piezas de Lego.

Sus intervenciones urbanas partieron el año 2006 con el propósito de la restauración visual de espacios y estructuras dañadas en las calles de la ciudad de Berlín tras la 2 guerra mundial.
A pesar de su aparente sencillez, Vormann mezcla poesía, elementos propios de los situacionistas y hasta filosofía oriental para realizar sus intervenciones.

El año 2007 participó en el Festival 20 Eventi, que se realiza en la pequeña villa de Bocchignano, Italia, evento que le permitió hacerse conocido en todo el mundo.
Hoy sus intervenciones forman parte de las ciudades más importantes del mundo, incluido el puerto de Valparaíso, Chile.
Impure